Una década de mi vida....

Ésta era yo hace 10 años apunto de dar el sí quiero al hombre con el que hoy comparto mi vida.
Ilusiones, grandes metas y sobre todo un gran amor nos empujó a tomar esa decisión. Y hoy, mirando hacia atrás, siento una gran nostalgia y tengo la sensación de haber dejado en el camino algunas de las sensaciones que nos unieron aquel 29 de Agosto de 1998....
La boda se celebró a las 9'00 de la tarde, y recuerdo con gran cariño y emoción aquella primera mirada que me dedicó cuando me acerqué hasta él y me vió por primera vez allí, vestida de blanco, dispuesta a entregarme sin condiciones. Nuestros ojos se cruzaron un instante y pude escuchar cómo susurró "qué guapa está" y siempre rueda alguna lágrima por mi mejilla cuando revivo ese momento.
Éramos jóvenes y estabamos nerviosos, inquietos pero radiantes de felicidad. La fiesta se alargó hasta las 7 de la mañana junto a familiares y amigos. Sin duda tuve la boda que siempre soñé, con tuna incluida...
El balance puedo decir que es positivo: dos hijos maravillosos y una madurez y estabilidad que por aquel entonces brillaban por su ausencia. Quizá haya que luchar por recuperar parte de la chispa que aquel día existía en cada uno de nosotros, o como dice Carmen, esas mariposas que revuelan en el estómago, pero sí es cierto que la base sigue estando ahí, intacta....
No todo han sido sonrisas y felicidad, han existido malos momentos, crisis importantes que han tambaleado la relación, pero seguimos aquí, juntos, luchando día a día.
Yo quisiera poder celebrar las bodas de oro junto a él, de viejitos, cojidos de la mano pero sobre todo, sin habernos arrepentido de nada...