domingo, 31 de enero de 2010

Caperucita....

Quiero volar...quiero ser la lluvia al otro lado del cristal....

Hoy es un día un tanto complicado para mí...Volvieron los miedos, y a pesar de que en estos últimos días no me he sentido sola, sino todo lo contrario, siento más que nunca que no estoy donde deseo estar...
No quisiera que esto supusiera un paso atrás en mi lucha contra todo aquello que considero que me hace mal, pero hoy he vuelto a mirar atrás, a tener el convencimiento de que no supe tomar las riendas de mi vida cuando tuve la oportunidad de hacerlo.
No quiero ser esa caperucita, con vanos sueños en la cabeza, y con el convencimiento de que nada cambiará...me niego...pero en días como en el de hoy...todo parece demasiado complicado...
Gracias por tu regalo...(ialone)

miércoles, 20 de enero de 2010

Completando mi puzzle...

Nunca he presumido de belleza ni de simpatía, e incluso nunca, en ningún momento de mi vida, me he creido superior a nadie. Pero hay algo de lo que constantemente me ha gustado alardear: siempre me he considerado una persona inteligente, que no lista, puntualización que he matizado cuando se ha dado el caso.
Y una sonrisa irónica y sarcástica se dibuja en mi cara al pensar lo poco inteligente que he sido durante mucho tiempo. Con razón dicen eso de: "dime de qué presumes y te diré de qué careces...".
A veces tienes la necesidad de que alguien haga algo en concreto, de que mueva ficha, y esa necesidad imperiosa te hace cometer ciertas imprudencias...te hace ser poco inteligente... No es conveniente forzar ninguna situación, y mucho menos las que tienen relación con los sentimientos.
Tampoco me considero una persona con demasiada experiencia en casi ningún ámbito (salvo si hablamos de catarros, diarreas, vómitos y demás enfermedades infantiles de poca trascendencia, porque ahí, me siento preparada para hacer un máster), pero sí es cierto que de un tiempo a esta parte creo haber desarrollado un sexto sentido (o séptimo) que me permite moverme con cierta desenvoltura en cuanto a relaciones personales se refiere, pero a pesar de eso, he de reconocer que, últimamente, he sido bastante lerda.
Afortunadamente, creo que no han sido errores demasiado evidentes, quizá tan solo visibles por mi capacidad de autocritica y gran objetividad (creo que sigo presumiemdo de demasiadas cosas), pero de todas formas, no es algo que me hunda en la miseria, sino que me enriquece, facilitándome así el completar mi puzzle particular.
Un sentimiento, una necesidad, una ilusión, una inquietud, jamás puede ser forzada....porque entonces perdería su magia. No se puede intentar comerciar con las sensaciones que tú ofreces a los demás, no se puede pretender que exista una especie de trueque...porque lo que te darían a cambio..carecería de valor...