sábado, 15 de octubre de 2011

Una naranja completa...


Para ser un poquito más felices, creo que deberíamos de entender que no necesitamos mucho más que a nosotros mismos...

domingo, 9 de octubre de 2011

Mi amiga del alma...


Ayer parecía ser un sábado normal, de hecho, era un sábado de lo más normal, hasta que tuve una visita que me conmovió de manera especial, y no porque fuera alguien que hacía mucho que no veía, o que simplemente no esperara, sino que esa "revolución" de sensaciones vino dada por las conclusiones que saqué cuando ella se marchó.
"Ella"....no es la primera vez que la menciono en este rincón (y supongo que tampoco será la última), pero aún así volveré a describirla. Montse es....¿cómo definirla?...es esa persona que no todo el mundo tiene la suerte de poseer en su vida. Mi apoyo incondicional (aun cuando no he actuado correctamente), la confidente de los secretos más inconfesables, MI AMIGA...mi hermana...
Hemos atravesado numerosas etapas en estos más de 20 años de amistad, y si bien es cierto que en ocasiones ha parecido existir más distancia entre ambas, ayer...durante su visita, la sentí tan cercana...tan "Montse", que tuve la sensación que estos últimos meses de algo más de lejanía, eran simplemente, historia pasada.
Tengo que confesar que en momentos puntuales, me he vanagloriado interiormente de ser yo la que acortaba ciertas distancias, pero ayer, me demostró que durante todos estos años, la artífice de que hoy día sigamos tan unidas ha sido, en gran medida, ella.
No me avergüenza decirle que la quiero (y que conste que no soy de utilizar demasiado esas palabras, salvo con mis hijos), porque realmente siento que lleva tanto tiempo formando parte de mi vida, que es una más en mi familia.
Aquel día, cuando una chica de 14 años se volvió desde su pupitre para hablarme a mí, una auténtica desconocida, de una forma tan natural, con tanta sencillez, en aquellos primeros días de clase, donde aun no conocíamos a nadie y apenas si levantábamos la cabeza porque la vergüenza nos corroía por dentro y por fuera... aquel día, encontré uno de mis mayores tesoros...
Y aunque sé que aún nos quedan algunas conversaciones pendientes (quizá más por mi parte que por la suya), no siento temor, ni angustia...sencillamente sé que a pesar de los Kms. (más de 300), y a pesar de los cambios que podamos sufrir por las diferentes experiencias que nos depare la vida, Montse seguirá ahí, siendo una de las piezas más importantes de mi vida...