domingo, 29 de mayo de 2011

lunes, 16 de mayo de 2011

Mis relatos...




"Abrígate"...






Resonaba en su mente, casi martirizándola, cortando su respiración, aquella palabra utilizada como despedida improvisada...aquel "abrígate" había supuesto un adiós y el despertar ante una cruda realidad.
Después de un año lleno de complicidad, de numerosos sentimientos y sensaciones, de encuentros esporádicos en aquella fría habitación de hotel, Miguel simplemente le dedicó aquel último "abrígate" dejando atrás lo que para él parecía haber sido el peor error de su vida.
Ella recordaba cada gesto, cada rasgo de su cara, cada uno de aquellos furtivos besos y a pesar de tener la sensación de haber vivido una mentira, no podía guardarle el más mínimo rencor.
Aquella llama que prendió de forma tan vigorosa, sin apenas ser avivada, había ido perdiendo su fuerza en los últimos meses, y ya nada parecía ser igual. Ella hacía caso omiso a las señales que indicaban que algo había cambiado...Miguel no era el mismo, ya no percibía su calor, pero aun así, seguía ilusionada con aquella relación que le aportaba la dosis necesaria de libertad para seguir viviendo de forma mucho más plena.
Sus llamadas cada vez eran menores, los huecos aumentaban y casi sin darse cuenta, acabó acostumbrándose a aquellos vacíos, a aquella situación rocambolesca donde ella deseaba exigir aun sabiendo que no tenía derecho a ello.
Era "la otra", aquella que debía besar en silencio, a escondidas, pero a pesar de ello, aquellos encuentros casi a hurtadillas le habían aportado la dosis de felicidad que necesitaba aquel corazón lleno ahora de mariposas...."sus mariposas"....aquellas que reboloteaban cada vez que el teléfono sonaba, aquellas que Miguel se había preocupado de hacer volar durante todos esos meses.
"Nunca debió pasar"..se decía una y otra vez casi fustigándose ante su conciencia, pero sobre todo ante su dolor. Quizá Miguel solo necesitaba una vía de escape, vivir un breve sueño, saborear otros labios, probar otro cuerpo....quizá ella tan solo había sido un mero instrumento para salir de una rutina que lo ahogaba sin compasión....quizá pronto buscaría otra sustituta para aliviar la desazón que, según él siempre decía, formaba parte de cada uno de sus días, y sobre todo de cada una de sus noches.
Habían pasado ya algunos meses desde aquella ruptura, y ella seguía sintiéndose ridícula cada vez que Miguel paseaba por su mente, arrogante, impasible, sin compadecerse de aquellos sentimientos que aun perduraban, haciéndola sentir casi imperceptible.
Nunca le ocultó su situación...era un hombre casado, con hijos, presumía de numerosas responsabilidades y de un espíritu entregado al sacrificio...sus hijos eran lo primero, el principal motivo por el que seguir con el camino establecido, aquel que él mismo eligió hace demasiados años junto a aquella mujer que no lo hacía feliz....pero....¿por qué entonces se sentía engañada? Es cierto que ambos habían soñado despiertos, pero ella nunca le pidió que aquellos sueños se hicieran realidad...simplemente deseaba seguir ahí de alguna manera, sentir que había dejado su huella...pero él la había hecho salir de su vida por la puerta de atrás, sin demasiadas explicaciones, con cobardía, con miedos incompresibles y sobre todo con algunas mentiras que ella disimulaba haber detectado.
"Abrígate"....una lágrima rodó hasta la comisura de su boca al recordar de nuevo esa palabra....porque no hay nada más triste, que un recuerdo feliz.