lunes, 30 de agosto de 2021

Deshojándome...

Voy a coser margaritas en mi piel
y que, como botones dorados
de antiguas casacas, 
adornen una desnudez
que libró mil guerras sin cuartel. 
Serán aderezo y refugio
en el gris que escupe mi piel, 
y escudo frente al hedor
de un cuerpo marchito 
por decadencias y olvido. 
Las deshojaré para aliviar
dudas... e inventar certezas, 
y en cada pétalo arrancado, 
la inquietud y el anhelo 
de quien nunca supo 
de fortuna, 
ni de realidades...

miércoles, 11 de agosto de 2021

Nuestro tiempo...

Y paramos el tiempo, 
fabricando paréntesis entre los labios, 
encerrando los relojes 
que amenazan y encadenan, 
y convirtiendo mis lunares 
en puntos suspensivos 
capaces
de dilatar las pausas entre gemidos... 
Lo hicimos dibujando un laberinto
en la espalda, dejando besos marcados en cada paso para encontrar así la salida, 
aunque acabemos perdidos 
entre beso y beso, 
y entre tanta vida. 
Se detuvo. 
Y el único ritmo fué marcado 
por pulsos descontrolados, 
latidos que congelaban minutos 
y aceleraban lascivos placeres 
a punto de culminar. 
El tiempo, nuestro tiempo... 
Momificado y disecado 
por el aliento entrecortado
de cada jadeo
mientras tus huellas repasan
el camino que inventaron
tus besos en mi espalda. 
Y en pequeñas dosis
seguimos tomando el antídoto
en píldoras comprimidas
con los miligramos exactos 
de besos, jadeos, caricias 
y orgasmos
capaces de seguir deteniendo
ese enemigo llamado tiempo... 





domingo, 8 de agosto de 2021

Para Hana...

No te reconozco entre tanta miseria. No eres tú. Voces ajenas y remolinos propios te engullen y encadenan. 
Te tiemblan las ganas mientras sigues echando un pulso a quien te muestra luz y verdad, pagando con indiferencia y distancia... Con resentimiento y silencio... 
Miedos frente al reflejo de un futuro incierto, porque el presente ya no preocupa. Anda guardado en bolsas de basura, y como despojos desechados, pierde valor cada día. 
Instintos que parecen no ser suficientes porque falsos afectos ocuparon su lugar, y una culpabilidad dirige pasos hacia caminos inciertos. 
No te salvarán los oasis prefabricados en tu primera sed, ni el sonido de las palabras que siempre te gustó escuchar... No, no lo harán. 
La solución no está fuera. Aprende a buscar en el lugar adecuado... (Y por favor, vuelve...)