jueves, 10 de septiembre de 2020

Volver...


 Y si vuelvo? .... Me sentaría junto a la ventana, tras aquellos visillos de encaje blanco, y me limitaría a esperar que algo mágico ocurriera. En la mente... dragones y princesas vestidas de rosa pastel, y príncipes, mil y un príncipe  galopando en hermosos corceles o trepando hasta la torre más alta. Notas musicales que servían como flechas para matar ogros, mientras florecían rosas de entre sus despojos.

Decenas de cartas sin enviar. Corazones repasados con tinta roja hasta la saciedad en papeles poseídos por torpes cupidos cuya puntería dejaba mucho que desear.
Y aquellas gotas de lluvia resbalando en el cristal... Mi dedo índice indicando el camino a seguir desde el otro lado, marcando un trazo irregular, esperando que la gota cobrara vida propia y bailara un Vals aferrada a la yema de mi dedo cual Bella y Bestia.
El oscuro color de los tejados cobraba vida con los pequeños matorrales que lo adornaban. Plantas silvestres e irregulares que le daban un aspecto descuidado y hasta ruinoso, pero vistos a través de aquella ventana, parecían oasis donde refugiarse en los dias de sol, y sus sombras durante las noches de luna llena, pasaban a ser centinelas de un castillo medieval.
Revolver papeles y libros en esos cajones era una auténtica aventura, como casi todo en aquella habitación. Listas de deseos cumplidos e incumplidos, fotos donde costaba reconocerse y poemas. Poemas de amor, y desamor, palabras escritas sin demasiado sentido, y garabatos que hablaban de almas.
Volvería a aquella pequeña habitación repleta de sueños y embriagada por la más infinita  imaginación.
Aun siento la aspereza de sus paredes, el olor de sus muebles al abrir cualquier cajón y la luz que penetraba por aquella ventana.
Sí.... volveré. La vida es muy aburrida sin ogros que matar ni rechonchos cupidos volviendo a casa sin flechas, ni víctimas que cautivar.
Y entonces, cuando regrese, todo ese ejército de antiguos conocidos se rendirá ante mí, esperando que les otorgue de nuevo vida, sin ser conscientes que son ellos los que siempre me mantuvieron viva a mí...

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