martes, 17 de enero de 2012

Sonreirle a la vida....



Esta mañana, como cada día, ha sonado el despertador a las 7 en punto de la mañana, y siguiendo esa rutina que tanto me disgusta y de la que tanto depende mi seguridad (esto da para otro post), he despertado a mi hijo mayor y como estoy haciendo desde que las temperaturas son demasiado bajas, lo he llevado en coche a él y a algunos de sus compañeros al instituto. Ya sé que, quizá, soy demasiado blanda en ese sentido (y en otros muchos), pero pienso que para mí no supone demasiado esfuerzo hacerlo y le evito un largo recorrido y pasar demasiado frío, que ya tendrá tiempo en la vida de pasar calamidades (esto también da para otra entrada). El caso es que, cuando volvía a casa, algo mas relajada después de haber dejado en la puerta del instituto a esos cuatro preadolescentes con las hormonas dando vueltas en su interior cual hámsters enjaulados, ha empezado a sonar esta canción en la radio, y después de emocionarme, entre otras cosas porque hacía "siglos" que no la escuchaba, he esbozado una gran sonrisa y he pensado: "Hoy ...será un día maravilloso....", y he de admitir, que ahora, en este hueco que tengo desde que el despertador me hiciera ponerme en marcha, tengo que reafirmarme, porque ha sido un muy buen día...
Estoy cansada físicamente, pero con la agradable sensación de esa paz interior que tanta falta me hacía y que no lograba experimentar desde hacía algún tiempo.
Ese último "granito de arena" (o gran pedrusco) que ha terminado por alegrarme aun más el día ha sido que a Jorge, por fín, y después de varios días en los que la impaciencia parecía ganarnos la batalla, se le ha caído su primer diente (bueno, para ser más exacta se lo he arrancado yo).
No es demasiado importante que yo, ahora, en este momento, haga balance y piense que el día ha sido bueno, si no que, esta mañana, gracias quizá a una simple melodía, haya tenido el optimismo necesario para tener ese pensamiento, y lo que es más importante aún, sentirlo de la forma en la que lo he hecho.
No me importa que haya sido Bonnie Tyler, Camela o el Chiquilicuatre, el caso es que hoy, y quizá sin que sirva de precedente (soy consciente de ello) he sonreido a la vida sin tener la sensación de equivocarme....

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