miércoles, 15 de diciembre de 2021

Puta tristeza...

Ella lo ocupa todo.
Se multiplica como una plaga silenciosa y, haciendo guardia, espera un momento de debilidad para embriagar de sequía un cauce de vieja savia. 
Tristeza que encumbra miserias, nostalgia y olvido, cobrando peaje a quien penetra en pieles ajenas para desnudar... y abrigar. 
No miro su cara, ni las cuencas vacías de unos ojos que roban realidades; mi realidad, y la que a golpe de anhelos, llegó a ser también la tuya. 
No desaparecerá con susurros huérfanos de verdad, ni juegos de palabras capaces de exaltar egos a costa de hundir vanidades. 
Habita en mí, tomando una posición privilegiada y, reuniendo un ejército de sombras, tiñe de oscuridad compromisos y talantes encarnados, maquillados quizá, para salvarme de ella... y de mí misma. 

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