lunes, 2 de noviembre de 2020

Me gusta...Me gustas...


Me gustan los números capicúos y la sonoridad de la palabra empatía. Me encanta  perseguir con mi dedo gotas de lluvia tras un cristal mientras imagino intrépidas carreras contra ellas.

Me gustan las sonrisas que se escapan durante absurdas discusiones. El olor a tierra mojada, las sorpresas esperadas y los abrazos inesperados.
Me gusto yo con brillo en los labios y ojos con purpurina. El roce de otra piel, más que amante...cómplice y esos susurros que la despiertan y erizan.
Me gustan los puntos suspensivos....y todo lo que en ellos se podría escribir.
Cantar a pleno pulmón mi canción favorita, los sábados tarde en el sofá y mi manta naranja de terciopelo.
Me gusta una taza de chocolate caliente en las frías mañanas de invierno y el baile de su cálido vapor mientras me seduce y obnubila.
La miga de pan tierno, el café a pequeños sorbos y el agua ardiente en la ducha.
Me fascinan los pañuelos enredados en el cuello y los aromas que tienen nombres y recuerdos propios...
Contar los colores al arcoíris y que siempre me sobre alguno, y cómo embellece cielos y vidas grises.
Me encanta percibir el sonido de la lluvia en el interior del coche, y sentir como el vaho del cristal te aísla de todo y todos....
Me gustan los poemas que nacen de madrugada y que acunas durante toda la noche. El abrigo de los míos y volver a casa y encontrarla llena de hogar.
Me gustan mis sombras y las luces que se esconden detrás. Me gusta la vida...y me gustas tú...sí....TÚ....

domingo, 1 de noviembre de 2020

Penitencias....


Confesiones esperando penitencia. Verdades vomitadas mientras te acunan brazos desde la lejanía de un suspiro, y mil fantasmas buscan la llaga para anidar en ella. 
Un alma que necesita la necesidad de una huída sin retorno para perderse en esa otra ajena necesidad, la del abrazo que sostiene y fortalece.
Pero regresan sombras y verdugos que alimentan miedos y engendran demonios, engullendo todo y dejando tras de sí vacíos y la nada más absoluta.
Pobre e ilusa alma. Nunca fué libre, ni hallará rescate alguno. No existe oportunidad ante la cobardía que siempre la consumió.
Y seguirá aferrada a sueños imposibles y a amores impasibles. Penitencia cumplida.

lunes, 19 de octubre de 2020

Habitación 225...

Equipaje de mano y maletas llenas de ilusiones apiladas en la estación correcta.
Sentimientos que viajan en primera clase y polizones que desatan pasiones en corazones a punto de naufragar.
Paradas para llenar con sexo y amor un depósito en la reserva, hasta desbordarlo con orgasmos y caricias cómplices.
Viajes que te llevan al séptimo cielo, sin pasar por el sexto, porque el revisor de turno sabía del atajo perfecto.
Trayectos en dirección prohibida deseando un choque frontal que alivie el bagaje innecesario.
Y llegas a tu destino. Habitación 225. Cuelgas el cartel de no molestar para que los susurros no llenen pasillos vacíos, mientras sentada en la cama te aferras al billete solo de ida que compraste a tu destino un dia cualquiera.
No habrá regreso. Transportes de dirección única para quien ya nada será igual, porque hay travesías que se emprenden sintiéndote una auténtica desconocida para terminar reconociendo todos y cada uno de tus lunares....

martes, 6 de octubre de 2020

And the winner is...

Quiero descalzarme esos pulcros y correctos zapatos que tanto me aprietan y aprender ahora a caminar descalza. Ensuciarme los pies de lodos prohibidos y saltar en cada charco.
Olvidarme de caminos de baldosas amarillas, y hundirme hasta los tobillos en cálidas dunas. 

Se acabaron las dietas saludables. Insípidos ingredientes que aligeran almas y debilitan emociones. Ahora serán atracones de chocolate sin permitir que sustituyan ganas y fiebres de sábado noche, subiendo lascivos niveles marcados con asteriscos en informes de máxima intimidad.

Y no... no temeré consecuencias impuestas por mentes esclavas y demasiado conservadoras. Pobres diablos.

Seré protagonista de comedias y antiguas películas de cine mudo, porque a veces deberían sobrar las palabras. Borraré horas interminables de dramas y cine negro. Porque ahora seré yo quien nomine con estatuillas de papel de aluminio todas y cada una de las escenas de mi vida. Y hoy, por decisión unánime, egoísta, rebelde, y libre, el premio es para ésa donde decidí que voy a VIVIR....

jueves, 1 de octubre de 2020

Hilos enmarañados....



Encerrada entre pensamientos e ideas que siempre resultan estériles. Prisionera en una mente llena de hilos enmarañados que intentan llenar vacíos dirigiendo una imaginación ya desgastada, haciéndola sentir mucho más esclava en cada intento de huida.

Duelen las falsas inquietudes, todas las verdades a medias y el peso de aquellas que son completas.

Y sigue aprovechando cada oportunidad para desertar, aun sabiendo que esa deslealtad no le otorga la tan ansiada libertad.

Viviendo una eternidad de letargo y muriendo en cada despertar. 

Ése es su mundo...así le va..

martes, 15 de septiembre de 2020

Elijo ser mar...


 Si he de volver a nacer elijo ser mar. 

Agua salada que sana y cicatriza heridas.
Con fuerza suficiente para arrastrar residuos inútiles y oportunistas parásitos hasta enterrarlos en la profundidad más absoluta.
Agua que refleja luz y cielo... que bebe a pequeños sorbos brisa fresca mientras es  testigo de cada amanecer.
Mar...cómplice de un sol al que cobija y esconde tras su infinito horizonte, para convertirse en espejo de una coqueta luna que parece dibujar sobre él con brochazos de luz su más hermoso reflejo.
Quiero ser su espuma, esa que lava almas y juega con la arena en cada pequeña ola, para ser por un instante solo espuma y solo arena a la vez...
Y chocar con fuerza en la roca para desgastar vanidades, y moldear a pequeños golpes de constancia viejos sueños, aquellos que quedaron varados entre arrecifes de coral.
Necesito ser marea y coger la mano a la luna para pasear por la orilla de playas y costas como amantes silenciosos, regalando vida a la propia vida...
Y ser mar. Aquel donde solo naveguen barcos de papel...pequeños barcos de papel repletos de garabatos con notas secretas y maravillosas inquietudes, donde no puedan naufragar poemas y las palabras tomen con fuerza el timón para jamás ser silenciadas. Mar. Sí... ése sería mi regalo. Nacería siendo él para después perderme en mí...

lunes, 14 de septiembre de 2020

Tiempo.....


Merece la pena.... Por esas risas que parecen desencajar huesos y llenan ojos de vida. Por cafés apresurados de tiempo y ganas bebidos a grandes sorbos y a pequeñas sonrisas.  

Llamadas imprevistas que descuelgan amargura, donde solo quedarán comunicando momentos de soledad.
Siempre merece la pena.... Por los viajes pensados en un viernes noche con niveles indecentes de alcohol... y esos sábados con resacas acomodadas en improvisadas mochilas dispuestas a ser deshechas en cualquier otro lugar.
Por las cenas frías a deshoras con cubiertos de plástico servidas en un rincón de la cocina, tan solo templadas por cálidas y cómplices  conversaciones.
Por esos helados compartidos que derriten corazones y acaban congelando la monotonía de esas tardes de Agosto que amenazaba con alojar un extra de rutina en tu sofá.
Sí, merece la pena.... Por las visitas inesperadas que ya empiezan a marcar el ritmo desde el primer tono del telefonillo de casa, inundando el hogar con más hogar.
Por reencuentros inesperados que cambian rumbos y planes cuando ya casi sentías el pijama en la piel.
Y es que la vida nos pide y ofrece tiempo. Tiempo para ser plena. Tiempo para llenar tiempo de vida.
Estrujemos nuestro tiempo, porque merecerá la pena no partir de aquí llenos de tiempo y vacíos de vida.

jueves, 10 de septiembre de 2020

Volver...


 Y si vuelvo? .... Me sentaría junto a la ventana, tras aquellos visillos de encaje blanco, y me limitaría a esperar que algo mágico ocurriera. En la mente... dragones y princesas vestidas de rosa pastel, y príncipes, mil y un príncipe  galopando en hermosos corceles o trepando hasta la torre más alta. Notas musicales que servían como flechas para matar ogros, mientras florecían rosas de entre sus despojos.

Decenas de cartas sin enviar. Corazones repasados con tinta roja hasta la saciedad en papeles poseídos por torpes cupidos cuya puntería dejaba mucho que desear.
Y aquellas gotas de lluvia resbalando en el cristal... Mi dedo índice indicando el camino a seguir desde el otro lado, marcando un trazo irregular, esperando que la gota cobrara vida propia y bailara un Vals aferrada a la yema de mi dedo cual Bella y Bestia.
El oscuro color de los tejados cobraba vida con los pequeños matorrales que lo adornaban. Plantas silvestres e irregulares que le daban un aspecto descuidado y hasta ruinoso, pero vistos a través de aquella ventana, parecían oasis donde refugiarse en los dias de sol, y sus sombras durante las noches de luna llena, pasaban a ser centinelas de un castillo medieval.
Revolver papeles y libros en esos cajones era una auténtica aventura, como casi todo en aquella habitación. Listas de deseos cumplidos e incumplidos, fotos donde costaba reconocerse y poemas. Poemas de amor, y desamor, palabras escritas sin demasiado sentido, y garabatos que hablaban de almas.
Volvería a aquella pequeña habitación repleta de sueños y embriagada por la más infinita  imaginación.
Aun siento la aspereza de sus paredes, el olor de sus muebles al abrir cualquier cajón y la luz que penetraba por aquella ventana.
Sí.... volveré. La vida es muy aburrida sin ogros que matar ni rechonchos cupidos volviendo a casa sin flechas, ni víctimas que cautivar.
Y entonces, cuando regrese, todo ese ejército de antiguos conocidos se rendirá ante mí, esperando que les otorgue de nuevo vida, sin ser conscientes que son ellos los que siempre me mantuvieron viva a mí...