Hoy prefiero no caminar por ciertas calles. Me parece aburrido, e incluso kafkiano, perder tiempo y vida recorriendo ciertos pasos. La vida está hecha de sinsentidos y, a veces, el ignorante es el único que vive feliz.
Posiblemente, mañana, vuelva a doblar la esquina buscando respuestas (de hecho, estoy convencida de ello), pero hoy seré necia... y feliz.
Y es que, algunos recorridos, pueden llegar a ser callejones sin salida...