Piel que contaba piadosas
mentiras con aspecto
de medias verdades.
E inmerso en su lectura
buscaste entre sus pliegues
el resumen y acopio de años
y daños
que aún no tenían punto y final.
Renglones subrayados de
vivos colores y miserias
ahogadas en charcos de tinta.
Puntos suspensivos que
marcaban caminos
sin retorno,
donde perderse
en la frase exacta,
ésa que te invitaba a seguir
leyéndome entre las piernas...
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