que escupe las miserias
escondidas bajo su piel.
Inseguridades que tiñen
de rojo todo a su paso,
desarmando voces...
e identidades.
Cansada del calor
que vomita cada poro,
calcinando soñadas
(e inventadas) osadías.
Apariencia ridícula
y frágil,
y un desgaste que
acaba devorando
luces, y alimentando
sombras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario