miércoles, 11 de agosto de 2021

Nuestro tiempo...

Y paramos el tiempo, 
fabricando paréntesis entre los labios, 
encerrando los relojes 
que amenazan y encadenan, 
y convirtiendo mis lunares 
en puntos suspensivos 
capaces
de dilatar las pausas entre gemidos... 
Lo hicimos dibujando un laberinto
en la espalda, dejando besos marcados en cada paso para encontrar así la salida, 
aunque acabemos perdidos 
entre beso y beso, 
y entre tanta vida. 
Se detuvo. 
Y el único ritmo fué marcado 
por pulsos descontrolados, 
latidos que congelaban minutos 
y aceleraban lascivos placeres 
a punto de culminar. 
El tiempo, nuestro tiempo... 
Momificado y disecado 
por el aliento entrecortado
de cada jadeo
mientras tus huellas repasan
el camino que inventaron
tus besos en mi espalda. 
Y en pequeñas dosis
seguimos tomando el antídoto
en píldoras comprimidas
con los miligramos exactos 
de besos, jadeos, caricias 
y orgasmos
capaces de seguir deteniendo
ese enemigo llamado tiempo... 





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