matizando colores y
reavivando una vida
de película en blanco y negro.
Con una inmensa paleta de
extraordinarios colores,
y sin saber cuál he de usar.
Como si no supiera combinar
tonalidades y, sobre todo,
con un miedo inmenso de
salirme del trazo establecido.
No alcanzo más que a trazar
difusas siluetas que cobran
forma tan solo con la distancia
y la percepción de aquel
que aprendió a soñar en soledad.
Rellenando un gris que deja
tras de sí sensaciones lapidarias,
tan grises como el color de la piedra
donde se encierran los corazones
de quienes jamás pudieron brillar.
El mío??.... El mío busca la espada
de Excalibur en forma de pincel....
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