domingo, 1 de noviembre de 2020

Penitencias....


Confesiones esperando penitencia. Verdades vomitadas mientras te acunan brazos desde la lejanía de un suspiro, y mil fantasmas buscan la llaga para anidar en ella. 
Un alma que necesita la necesidad de una huída sin retorno para perderse en esa otra ajena necesidad, la del abrazo que sostiene y fortalece.
Pero regresan sombras y verdugos que alimentan miedos y engendran demonios, engullendo todo y dejando tras de sí vacíos y la nada más absoluta.
Pobre e ilusa alma. Nunca fué libre, ni hallará rescate alguno. No existe oportunidad ante la cobardía que siempre la consumió.
Y seguirá aferrada a sueños imposibles y a amores impasibles. Penitencia cumplida.

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